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Hoy me sentí con ganas de comer un rico arroz integral con albóndigas de carne. Un plato fácil y sencillo, pudiendo ser un buen almuerzo o cena también. Exquisito para preparar con la salsa que más les guste y combinar con los ingredientes que quieran.
Hace mucho tiempo que no preparaba albóndigas y al sobrar carne picada de unas hamburguesas caseras que preparé me pregunté qué hacer con ella. Entonces se me ocurrió el preparar un buen arroz integral lleno de fibra y proteínas con unas maravillosas albóndigas para acompañar con una salsa de tomate.
Estas albóndigas pueden ser preparadas con cualquier tipo de carne que tenga en casa, no hay límite en la imaginación. Así que si tienes pollo, cerdo o cualquier tipo de carne, modifica esta receta a tu gusto y a lo que dispongas en ese momento en tu heladera. ¡No te quedes con las ganas!
Este tipo de receta (arroz integral con albóndigas) es muy de la abuela cuando cocinaba, muy de comidas caseras. Ya no se ve tanto o no se estila el preparar este tipo de comidas. Particularmente me gusta preparar todo lo que me recuerda a mi niñez. Aquellos olores al regresar de la escuela con mucha hambre y a la espera de encontrar algo calentito en la mesa en esos fríos de invierno.
Espero que te guste esta versión, que te animes y que cocines integral. Porque lo natural sin síntesis ni procesos siempre va a ser mejor para tu cuerpo y tu organismo. Que lo integral no te abrume porque es cuestión de un hábito que adquirir, buen lunes!
Hablemos un poco sobre la receta:
Esta receta es muy sencilla de hacer y en esta oportunidad la preparé con arroz integral. Lo cual puede ser modificable, ya que si no te agrada mucho el arroz integral puedes cambiarlo por unos fideos integrales de los que más te gusten.
Las albóndigas las hice con carne molida vacuna, aunque puedes prepararla con la carne de tu preferencia. Esta misma puedes condimentarla con las especias y otros ingredientes de tu gusto. En esta ocasión les agregué morrón o pimiento rojo, cebolla, ajo y perejil fresco que me encanta.
A las albóndigas no suelo ponerle pan rallado, harina o fécula de maíz para su armado, ya que considero que apretando y comprimiendo bien con las manos no es necesario agregar nada extra para que estas mantengan su forma. También creo que les quita sabor y las hace un poco pesadas. Pero si están acostumbrados a hacerlos de esa manera, háganlas de acuerdo a su criterio.
Un truco para mantener la forma de las albóndigas y que estas no se desarmen es sellarlas antes de incorporarlas en la salsa. Que es sellar? Es cocinar por unos minutos en un sartén caliente lo suficiente como para sellar su forma y que no se desarme pero no demasiado como para cocinarlas del todo.
El tamaño de las albóndigas puede variar según el criterio de cada uno o como estén acostumbrados. En términos de presentación, me pareció una buena forma de hacerlas pequeñas, pero por tradición, generalmente se hacen más grandes. Hacerlos más grandes da la posibilidad de agregar algo extra como queso adentro, por ejemplo.
Puedes preparar el tipo de salsa que desees, yo quise hacerla muy clásica con una salsa de tomate que tenemos casera en casa. La salsa de los mercados suele venir con muchas pieles de tomate. Un truco para conseguir una salsa exquisita es comprar las latas de tomates sin piel que vienen y procesarlas al momento (créeme, su sabor cambia mucho). Cuando su sabor sea muy ácido se soluciona con un poco de azúcar.
Si estás acostumbrado a preparar la salsa con tomates frescos, pero a veces no saben bien, un truco para potenciar y no fallar en la preparación de esta salsa es comprar esas latas de extracto de tomate concentrado que también están disponibles en cualquier mercado y añadir al gusto 2 o 3 cucharaditas. Cuando te sobra extracto de tomate, puedes congelar el resto sin problema para la próxima salsa que prepares.
Los arroces integrales suelen llevar un tiempo prolongado de cocción de los arroces blancos. Aproximadamente unos 30-45 minutos, aunque siempre es recomendable leer las instrucciones de cada marca en particular que hayas comprado. Además, antes de su cocción, puedes lavar el arroz unas 2 o 3 veces para liberar el exceso de almidón y otras posibles impurezas que contengan.
Otras de las cosas que pueden hacer para mejorar el arroz integral es, una vez lavado, remojarlo con agua limpia durante 2 o 3 horas antes de cocinarlo (puedes usar esa agua para cocinarlo). ¿Para qué es esto? Esto ayuda a que se digiera con mayor facilidad y se liberen ciertas enzimas importantes, aumentando así su concentración en términos de nutrientes.
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