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Te dejo esta receta de pechuguitas de pollo rebozadas que son una delicia! Una receta ideal para preparar sándwiches livianos y nutritivos. También para degustar con distintas salsas ó armar platos acompañados con ensaladas o verduras. Una receta para aprovechar en cualquier ocasión, súper versátil!
El pollo es una de las carnes favoritas por la mayoría porque además de ser nutritiva y poseer un alto contenido proteico, es una carne magra, o sea es baja en grasas. Por lo que el pollo es una de las carnes que en su mayoría se incluye en dietas hechas por los especialistas de la nutrición.
Hablemos un poco sobre la receta:
Esta receta es muy sencilla y fácil de hacer. Los ingredientes utilizados son pocos, comunes, y de fácil acceso en cualquier mercado. A diferencia de la mayoría de los rebozados o empanados (se suele decir de las dos maneras), es una receta que no utiliza huevo para adherir el pan rallado a la carne. Lo que la hace ideal para aquellos que son alérgicos o no pueden consumir huevo.
Con respecto al pollo, se utiliza la parte más magra de él, las pechugas. Las cuales se le retira la piel y se deshuesa previamente. Las pechugas se cortan en porciones chicas, quedando así las pechuguitas de pollo. De esta manera no solo se obtiene porciones individuales, sino que también se emplea un menor tiempo de cocción.
En cuanto al rebozado se tiene diferentes opciones clásicas: pan rallado, rebozador de arroz (aptos celiacos), ó alguna combinación con avena instantánea o condimentos deshidratados. Esta combinación le aporta un plus de nutrientes y ademas le da una textura un poco mas crocante. También se pueden marinar con harina común o integral.
Sobre su cocción:
Para cocinar estas pechuguitas de pollo rebozadas se pueden optar por distintas maneras, dependiendo del gusto de cada uno o cómo se esté acostumbrando a cocinar. Entre las opciones que se pueden emplear para su cocción son el horno, microondas, sartén o fritas. En esta oportunidad las cociné al horno con aceite de oliva.
El tiempo de cocción es menor en comparación de cuando se cocina la pechuga entera. Lo que la hace una buena opción cuando no se tiene demasiado tiempo para cocinar, pero queremos comer sano y nutritivo. Como consejo, evitar cocinar el pollo más de lo necesario, así no se reseca.
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